Esta Necrópolis de origen Pre-Inca, está ubicada en una pequeña meseta peninsular en la Laguna de Umayo, distante a 32 Km. Al noroeste de Puno y unida por una carretera asfaltada.
Partiendo en bus de Puno, se llega a la necrópolis de Sillustani en aproximadamente 50 minutos. Al llegar a Sillustani se asciende a la cima de la península donde están ubicadas las chullpas por medio de un suave camino. Al retorno tomaremos el acceso original al lugar, constituido por 78 escalones de piedra; los mismos que son demasiado fatigosos para hacerlos de subida. Tratamos en todo momento de no fatigar demasiado a nuestros visitantes, sin embargo se debe estar preparado para una caminata de no menos de 40 minutos.
Además de la visita a este enigmático lugar, nuestros guías mostraran al visitante algunos módulos de viviendas nativas, estableciendo así un contacto directo entre el turista y los pobladores de la zona, también se visitan los Camellones o Waru Warus, tecnología andina agrícola (Pre-Inca). También se observan en el camino llamas y alpacas pastando.
Las primeras referencias de Sillustani las proporcionan los cronistas españoles, pero han sido estudiosos extranjeros quienes dieron mejor información. De estas fuentes, se afirma que la Necrópolis de Sillustani fue dependiente del poblado de Hatuncolla, capital administrativa de la Cultura Kolla, gobernada por el Cacique Zapana, a quienes sojuzgaron los Incas. La serie de construcciones corresponden a diversas etapas arquitectónicas tanto pre Incas como Incas.
El complejo ofrece casi un centenar de Tumbas (Chullpas) pero las más destacadas son: La del Lagarto, la de la Serpiente, Las Gemelas y las dos únicas chullpas cuadradas que se aseveran sean de manufactura Incaica. También deben mencionarse las dos Chullpas blancas y una que tiene una rampa de construcción. Estas tumbas las hay de mampostería conectada como la del lagarto y de mampostería mixta como las del extremo NO.
La chullpa más importante, es la del Lagarto, llamada así porque en una de sus piedras, tiene esculpida la figura de este pequeño reptil que abunda en la zona. Según Squier, las medidas de esta chullpa, son de 16 pies en su base circular y 36 pies de altura, en forma de cono truncado, rematando en una cornisa saliente, semejando una pequeña cúpula. El material externo es de basalto y andesita, puro, pulidas y milimétricamente superpuestas hacia arriba. En el interior, todavía se pueden apreciar las hornacinas donde se colocaron las momias.
Las otras Chullpas, ofrecen igualmente la forma de cono invertido y aunque de menores dimensiones, llevan el acabado tan peculiar y sorprendente que alcanzaron sus constructores.
En el lado Oriental de esta pequeña península se ubican terrazas. Sobre dos de ellas existen unas plataformas circulares en cuyos centros destacan piedras clavadas, a razón de dos por cada plataforma. Los estudiosos suponen que allí se realizaban ceremonias litúrgicas antes y después de los entierros.
La ubicación del paraje, la quietud del paisaje no pudieron ser mejor escogidos para dar paz a los muertos en sus últimas moradas. Es acaso una disposición natural para meditar en ese mundo sideral de los antiguos reinos de Hatuncolla.
Al retorno se visita una Granja Quechua de las muchas que ofrecen su hospitalidad a nuestros visitantes para que puedan apreciar sus: construcciones de adobe y paja, medicina tradicional, muestras de sincretismo religioso y sus hatos de camélidos sudamericanos.
Nota: En el APT – 105. Esta excursión es ligeramente recortada dependiendo de la hora del vuelo que tengan los pasajeros pero indudablemente, no se pierde ningún detalle de la visita.
Recorrido: 64 Km. Duración: 3 horas. Salidas 09:00 y 14:00.
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